No se necesita ver frecuentemente al amigo para que la amistad perdure, basta saber que este responderá cuando sea necesario con un acto de afecto, de comprensión y de sacrificio.
Al final del trayecto de nuestras vidas, hay personas que se olvidan, hay personas que dejan huella y que siempre alguien las recuerda. No importa lo que nos paso, ni las cicatrices que nos dejaron, y que al final nos marcara como huellas dactilares, que solo nosotros podemos descifrar, y que marcan la diferencia. Quisiera pensar que pertenezco al grupo que dejan huella.
Dedicado a mis hijos, para que siempre puedan tener a mano las recetas de mamá
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