El olor a ajo es molesto, sobre todo cuando debe hacerse otros trabajos a la vez que se manipula. Esta molestia desaparecerá frotando las manos con una ramita de perejil.
Al final del trayecto de nuestras vidas, hay personas que se olvidan, hay personas que dejan huella y que siempre alguien las recuerda. No importa lo que nos paso, ni las cicatrices que nos dejaron, y que al final nos marcara como huellas dactilares, que solo nosotros podemos descifrar, y que marcan la diferencia. Quisiera pensar que pertenezco al grupo que dejan huella.
Dedicado a mis hijos, para que siempre puedan tener a mano las recetas de mamá
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