Aunque este era un viaje en el cual tenia mucho ilucion, no pude ir, pero en mi lugar fue mi hija con mi esposo. La maravillosa Viena, y la pequeña pero no menos Bratislava con sus no menos famosos mercados navideños.
Al final del trayecto de nuestras vidas, hay personas que se olvidan, hay personas que dejan huella y que siempre alguien las recuerda. No importa lo que nos paso, ni las cicatrices que nos dejaron, y que al final nos marcara como huellas dactilares, que solo nosotros podemos descifrar, y que marcan la diferencia. Quisiera pensar que pertenezco al grupo que dejan huella.
Dedicado a mis hijos, para que siempre puedan tener a mano las recetas de mamá
4 comentarios:
Preciosas las fotos, pero que pena que no pudieras ir, aunque tu hija si que lo disfrutó, y viéndolos a ellos también disfrutamos nosotras.
Besitos
Espero que pronto pueda hacerlo
Amma. unas fotos preciosas, muchas gracias por compartirlas. Muchos besitos.
Cuántas fotosss y qué bonito!!
Una buena excusa para que tu marido repita el viaje y es que no debes perdértelo.
Pena no poder disfrutar de ese viaje... gracias por las preciosas fotos y te dejo mis mejores deseos para este año nuevo con todo mi cariño.
Besos.
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